“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren y buscaren mi rostro, y se
convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
2 Crónicas 7:14
¡Dios desea restaurar y bendecir nuestras familias! No fue
la intención de El que entendiéramos las cosas con nuestra comprensión limitada. Cuando
entregamos nuestras vidas, nuestras familias a nuestro Dios todopoderoso, El comienza una obra perfecta en cada uno de nosotros.
El Señor dice: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos,
dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
(Isaías 55:8,9)
No importa como se encuentren tu matrimonio o tu familia hoy, los mismos pueden fortalecerse, si aplicamos
los sencillos, pero poderosos principios, que encontramos en las Escrituras.
¡Clamemos por nuestras familias y demos gloria y honra a Dios, quien es merecedor de todo y desea darse
para sus hijos!
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